Propuesta de SITRAINA para la Educación Técnica Nacional

En esta entrega, les detallamos los postulados epistemológicos y metodológicos de la propuesta de SITRIANA para la Educación Técnica Nacional. Los presentamos a modo de documento escrito y en video. Es un extracto de la conferencia "Propuesta de SITRAINA para la Educación Técnica y Formación Profesional de Costa Rica", realizada por la Comisión de Educación Técnica del Frente Nacional de Defensa del Estado de Bienestar Costarricense. Deténgase y escuche una propuesta diferente de hacer educación técnica, desde una mentalidad científica y desarrollada, para el país

Escuela Sindical 01 de septiembre de 2023 Esteban Paniagua Vega
caracteristicas-del-positivismo.

PROPUESTA DE SITRAINA PARA LA EDUCACIÓN TÉCNICA Y FORMACIÓN PROFESIONAL COSTARRICENSE

Ortega y Gasset es un filósofo español famoso por su frase “yo soy yo y mis circunstancias”. Las circunstancias a las que se refiere es todo lo que está entorno al ser humano individual, tanto lo físico como lo histórico y lo espiritual. Es así como la relación entre el ser humano individual y la vida concreta o estas circunstancias presenta problemas filosóficos que este debe resolver. José Gaos fue un discípulo de Ortega y Gasset, el cual se exilió en 1938 en México. Su pensamiento es historicista y considera que el problema filosófico radica en la personalidad del sujeto que filosofa. Por tal razón, si el sujeto histórico se ubica en América Latina, entonces su personalidad responderá a las circunstancias propias latinoamericanas, siendo así el abordaje tanto de lo físico como de lo histórico y lo espiritual algo propiamente situado. Leopoldo Zea fue discípulo de José Gaos y fue uno de los principales filósofos.  positivistas de México. Para este autor, los hechos históricos guardan una relación intrínseca con las ideas, motivo por el cual las ideas no se manifiestan en lo abstracto y son una especie de reacción a una determinada situación de la vida humana y popular. Para Zea, la filosofía busca resolver los problemas que el ser humano histórico afronta en sus propios contextos y es el modo de resolver estos conflictos lo que hace auténtico al ser latinoamericano.

Por otra parte, el positivismo es una corriente filosófica que surge con el pensamiento de Augusto Comte. Este pensamiento se opone al racionalismo, corriente epistemológica que sostiene que la verdad se descubre a través de la razón y es por eso que busca establecer axiomas o verdades universales, a partir de las cuales inferir consecuencias científicas. Un ejemplo claro del racionalismo se encuentra en Descartes, quien en el Discurso del Método busca una verdad clara y distintas que pueda servir para justificar el orden de todas las cosas. Descartes duda de todo lo que existe, ya que puede existir un geniecillo maligno que le muestre una realidad distinta de lo que es; duda de la existencia de las creencias y de los discursos científicos porque estos entran en contradicción con otras creencias y discursos; duda de la existencia de sí mismo; duda de la existencia de Dios. De lo único que no puede dudar es de que está pensando y si piensa, existe. Luego, la expresión “pienso, luego existo” se convierte en una verdad clara y distinta para Descartes, a partir de la cual justifica su propia existencia, la existencia de Dios y la existencia del mundo.

El positivismo parte de otra perspectiva epistemológica. Por influencia del empirismo inglés, el positivismo considera que el punto de partida del conocimiento científico son las observaciones. Todo lo que pueda ser observado, sistematizado y verificado se convierte en un dato positivo que es un principio para hacer ciencia. La sistematización de las observaciones es capaz de llevarnos a resolver problemas científicos, aplicando el método científico.

Finalmente, la complejidad del conocimiento hace necesario que las distintas ciencias trabajen inter y transdisciplinariamente. El carácter interdisciplinario se refiere al diálogo continuo de los distintos saberes para resolver problemas científicos. La transdisciplinariedad se remite a aquellos espacios donde dos o más ciencias se compenetran y comparte parte de su objeto de estudio.

En función de lo expuesto hasta el momento, SITRAINA considera que la Educación Técnica Nacional debe basarse en una perspectiva situada, capaz de comprender los problemas de nuestros propios contextos, tomando en cuenta tanto las condiciones socioculturales como los aspectos específicos de nuestros mercados; esto para resolver nuestros propios problemas, generando nuestro conocimiento. Esta perspectiva situada debe partir de la compilación y sistematización de datos positivos de nuestros contextos nacional y locales y la aplicación de un método científico complejo, que implique trabajo inter y transdisciplinario y la participación de especialistas de las distintas ramas de educación técnica y formación profesional, así como especialistas en educación y educación técnica en específico. Consideramos que desarrollar un proyecto de educación técnica nacional basado en estos principios epistemológicos es pensar y pensar-nos con una conciencia desarrollada y auténtica, lo cual se opone a un pensamiento sub-desarrollado que busca asimilarse a lo global, genérico y estándar, sin partir de una comprensión concreta de nuestra propia realidad.

La educación costarricense en general ha sido colonizada por perspectiva globales de la educación. La globalización es un proceso que define determinados parámetros estándar que pretenden imponerse a todas las localidades, sin tomar en cuenta las condiciones específicas de los problemas de esas localidades y, por tanto, generando procesos de pérdida de autenticidad e identidad nacional. En términos muy generales, la teoría de las competencias se ha impuesto como modelo educativo dominante en amplios sectores de la educación nacional.

La teoría de las competencias surge en la década de 1990 con la Declaración de Bolonia y lo que busca es estandarizar el currículum de la educación superior europea y adecuarlo a las necesidades y cambios de los mercados globales. Es por eso que las “competencias” llegan a sustituir los “objetivos” de otros modelos educativos, basados en aspectos epistemológicos y metodológicos conductistas, constructivistas o críticos. Los objetivos de la educación responden a la pregunta “¿para qué educar?”. Esta reflexión filosófica, que se corresponde con una visión de la educación para la vida, es sustituida por las “competencias”, que son definidas a partir de entrevistas hechas a personas empresarias que han tenido éxito en los mercados globales, referentes a las habilidades blandas que requieren de sus personas empleadas. Luego, las competencias ni siquiera son definidas mediante entrevistas a personas empresarias costarricenses, sino a personas empresarias ganadoras de los mercados globales, las cuales no tienen la más mínima comprensión de la situación y los problemas que deben afrontar las empresas costarricenses, en los mercados nacional y locales. De ahí que no siempre haya una correspondencia entre la empleabilidad que se genera con las necesidades que requieren las empresas nacionales.

Una ramificación de la teoría de las competencias es el modelo skills. Este modelo se centra en definir una serie de habilidades que deben conducir los procesos de formación profesional, pero el sustento epistemológico del modelo como tal deja mucho que desear. Partiendo del modelo skills han surgido asociaciones internacionales de carácter privado como WordSkills International. Esta asociación parte de un racionalismo que toma como punto de partida un principio del determinismo tecnológico, de acuerdo con el cual la tecnología de punta es la que debe definir la pauta de la educación técnica y formación profesional. De ahí el énfasis en un concepto muy específico de “excelencia”, el empleo de entornos de simulación y la Industria 4.0. 

Ahora bien, pasarán varios años para que muchas empresas nacionales lleguen a tener la tecnología que hoy es de punta en un país como Corea del Sur e incluso, muchas empresas que se dedican a producir bienes y servicios simples de calidad para abastecer al mercado nacional, no tendrán acceso a esas tecnologías. Por tanto, partir de un racionalismo tecnológico, basado en una ramificación de la teoría de las competencias, como lo es el modelo skills y, más específicamente aún, a partir de los estándares de WordSkills International, esto para definir el Marco Nacional de Cualificaciones y dictar la pauta que debe seguir la educación técnica nacional, implica un divorcio total con los problemas que afrontan realmente las personas trabajadoras y las empresas en los mercados nacional y locales. 

Como consecuencia, SITRAINA considera que en el país debe invertirse más en investigación sobre Educación Técnica y Formación Profesional. Pero no en una investigación sesgada y reducida a los criterios y estándares de WordSkills. La investigación debe ser libre y contar con distintos modelos educativos como herramientas que pueden ser empleadas para definir servicios educativos acordes con las necesidades específicas de la producción, el comercio y le trabajo del país y de cada una de sus regiones.

Como se mencionó en la primera parte de este apartado, en el INA están planeando hacer una Unidad Skills que peligra la existencia de los Núcleos que definen la oferta técnica del Instituto y otras unidades administrativas. La estandarización del INA a los criterios de WordSkills International o la transformación del INA en un Centro de Habilidades Avanzadas de WordSkills en Costa Rica, implica la pérdida total de la autonomía de la institución y de su capacidad de autodeterminarse y de responder auténticamente a las verdaderas necesidades de las personas trabajadoras, las empresas y las personas consumidoras en el mercado nacional y los mercados locales.

Ante este problema, SITRAINA plantea que en el INA se cree una Unidad de Investigación Inter y Transdisciplinaria de Educación Técnica y Formación Profesional, la cual esté conformada por especialistas de los distintos Núcleos, especialistas en Educación y en Educación Técnica. Esta Unidad de Investigación debe encargarse de conformar adecuada mente los Comités Consultivos de las Unidades Regionales y de los Núcleos para que estos sean realmente representativos de todos los actantes sociales relacionados con el trabajo, la producción y el comercio, bajo las condiciones específicas de cada sector productivo y cada región. Además, deberá generar instrumentos para sistematizar las observaciones de estos sectores y convertirlas en datos positivos, a partir de los cuales conformar un corpus de información adecuado para definir la oferta de servicios del INA, adecuada a lo que realmente requiere el país, partiendo de lo específico a lo general y teniendo a su disposición el empleo de herramientas globales para resolver problemas locales, pero no permitiendo que una herramienta global, como lo es WordSkills, determine todos los procesos del INA, dejando de ser una herramienta para resolución de problemas concretos para convertirse en la norma y la pauta a seguir.

Este planteamiento de SITRAINA podría incluso alcanzar un nivel mayor y se podría crear un Instituto de Investigaciones Inter y Transdisciplinarias de Educación Técnica y Formación Profesional, el cual sea retroalimentado por especialistas de las distintas instancias nacionales que están involucradas con la Educación Técnica y Formación Profesional y, desde ahí, definir el Marco Nacional de Cualificaciones, así como lo lineamientos metodológicos y evaluativos más generales para toda la Educación Técnica y Formación Profesional del país, sin encasillarnos necesariamente en una teoría tan sesgada, como la teoría de las competencias.

Pensar de este modo es asumirnos como seres pensantes, capaces de crear nuestro propio conocimiento y, a partir de este, definir los programas y modelos eclécticos de educación que son necesarios para resolver los problemas concretos de nuestros mercados nacional y locales. Pensar de este modo es reconocer y reconocernos como seres capaces de asumir actitudes del primer mundo, generar procesos propios de un país desarrollado y no limitarnos a asimilarnos a criterios globales, a partir de los cuales perdemos toda nuestra identidad y no resolvemos nuestros problemas más concretos. 

No debemos pensarnos como seres subdesarrollados, incapaces de producir conocimiento y cuyo único destino es colonizarnos con otras formas de saber. Somos capaces de crear un modelo y un conocimiento de Educación Técnica y Formación Profesional que más bien se pueda exportar a otras partes de América Latina y el mundo.

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